Un día se despertó entre las miradas ajenas
Se vistió y volvió al campo gris
Aquel día crujieron los sentidos
Y el incoloro corazón se transformo al fin
Dormido ha entrado en la celda
Aniquilando a quienes desconfiaron nacer
Entre heridas se vistieron los violentos colores
Derramaron gritos en la oscura pared
Cuello camisa y piel transparentaban el dolor
Y el cielo gris cambio al ser
No hay cabida, le dijeron para su color
Solo hubo risas, desprecio y una masa de fe
Al final del día se acostó con una sola mirada
Era la del espejo quemado por su lagrima
El color y una sola piel; la del dolor
Un viejo pasatiempo que he de pintar esta vez
Para despertar mañana y brillar en otra piel.
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