martes, 19 de agosto de 2008

Showtime


Haber entre tanta lujuria, la espuma pierde su tono dorado y entonces uno sumergido ante las vacilaciones de la vida, elocuente a veces, enmascarado y escapista más de la cuenta, juraste una y otra vez que no volverías a caer y ahora has caído en el mismo agüero, pero esta vez el golpe ha sido mas certero, mi corazón reclama justicia y tu? Aun estas dormido en aquella alegría que para mi es la incesante agonía de mi ser, y así aun sumergido en un mar de infinitas sensaciones no se logra la felicidad mas cuando no quisiera obtenerla, la encuentro en el horizonte señalándome el lugar que no pisare, terremotos incinerantes momentos clitorianos surcando los humos sinceros en lastima ofuscado y perfecto! Dolor encostrado recuerdo en crespo rojo sangriento, nunca te he perdido, sin embrago en el desden se pega en tu llaga fluidos y peinados en orgásmico reencuentro, y se nos afloran los túneles atorados como en la pelvis el deseo entumecido, a veces la garganta escupe esta sobre vivencia de pájaros enceguecidos ante el olvido danzas de cuerpos burbujeando al son de un compás inaudible, jugando a no pensar, simplemente sentir, dos cuerpos juntos, un solo palpitar, dejándose llevar por la mezcla de sabores y olores, tus labios rojos de pasión que prometieron aquel infinito e incesante querer que creí sin mas interrogantes, tú que me prometiste todo lo maravilloso del amor, ahora ya no estas, donde has ido? Ya no queda nada… ahora solo sueño con aquel príncipe de estelas fugaces que en algún paisaje oscuro has desaparecido y has despertado aquel interrogante de aquel pasado siniestro, solo quiero despertar y perdonar aquel dolor que aún no has despejado de mi piel y mi corazón incesante de amor, un cable umbilical a una larga conectividad a lo recreativo, en ello vago por la ciudad marchita en un asiento de cartón llego agitado al funeral del intelecto y siento el olor pestilente de aquello que creen en la renovación de lo monumental y allí yo, impune libre y sin razón alguna por aquel muerto, saboreo mis labios, respiro en el acto, corro por las veredas desiertas e invisibles a la cadena del tiempo, confundiéndome en las caras penosas, preso de la libertad, preso del pasado en horario teatral donde mi personaje no ha parado de soñar.


1 comentario:

Daniela Catrileo dijo...

como olvidar aquel día ...