Desborde

Las heridas no son las marcas del tiempo, ni menos las huellas de la tragedia. Las heridas son nuestros sueños inconclusos, esos que fueron truncados y que se alejaron junto a  nuestro brillo.

Llorar es la perdida del amor propio donde se abre la ventana al miedo. Hoy llorar es un ejercicio insano, lleno de desesperanza. 

No encontrar el camino, es vivir dentro de la incertidumbre casi ahogándonos en la ignorancia sintiéndonos fuera del terruño, del hogar donde habitan las miradas del futuro donde se recompensa el pasado, soñar con el aplauso interno en ese destello de la felicidad lograda conviviendo con la camino, pero hoy ese camino se oculta en la noche sombría y helada noche, esperando, esperando un motivo ¡ Qué hay que esperar !. Acaso esperar la desolación, el silencio de todos y el grito dentro de mi. Las heridas, el llanto y el camino, no se hacen nada para el apretado corazón del ser ... justificar 

Nunca estuve tan cerca de caer como hoy, nunca tan cerca de desvivir, nunca tan cerca de despertar, nunca tan cerca de mentirme y reír.

Tiempos sin sentidos llenos de miedos resentidos, de causas perdidas y perdido en causas sin vida, todos nacen para vivir y pocos luchan en convivir, todos muestran su ser y pocos caminan con él.. que tragedia!

La ilusión ¿Donde estará? ¿ Se escondió? ¿ Murió? ... Muchas preguntas, no hay respuestas ni menos las quiero, prendan el faro o explotará mi corazón y arderá por el camino, por mi obligación a morir sin sentido, no quiero heridas para crecer, quiero caricias, vida y sueños. Hoy no hay puertas, ni ventanas. Solo estoy y apago la luz para llorar como un niño perdido en el bosque.

Soundtrack del desborde